domingo, 27 de septiembre de 2015

Por seguir contando Historias...

"Hace frío. La única luz que ilumina el interior de la cabaña es la proveniente de una hoguera situada en el centro. Solo alcanzo a ver las caras recubiertas de miles y minúsculas gotas de sudor de los que me han seguido hasta aquí. Antes de la guerra, algunos de ellos solían contar historias a la vera del fuego, junto a sus hermanos de la Orden, pero aquellos hombres que un día fueron violentos luchadores, protectores de su bandera, esa noche no dijeron nada. El silencio nos mataba a cada uno de nosotros poco a poco y nos carcomía los órganos en cuestión de segundos. Nadie creería que en un pasado no tan lejano conseguimos llevar a nuestra ciudad a la victoria, cuando ahora nosotros mismos nos sumergimos en las profundas, oscuras y melancólicas aguas de la derrota. Cuando el humo del fuego me empieza a ahogar salgo al exterior. El mar se alza sobre mi como un muro desgarrador, imposible de penetrar. Es tan de noche que apenas veo donde acaba la arena y empiezan las olas. La humedad se respira y se penetra por los poros de mi piel como la enfermedad personificada. Merodeo por la extensa playa hasta poder divisar en la lejanía un bosque de palmeras y alta vegetación. 

         Es curioso, no me acuerdo de nada, ni siquiera de cómo llegué aquí. Torno mi vista al mar de nuevo, frunzo el ceño y vislumbro un galeón repleto de antorchas. Se dirige hacia nosotros a gran velocidad. Cuando la embarcación ya se encuentra a escasos doscientos metros entonces lo veo. En la punta del mástil baila la bandera negra al ritmo de las olas significando que se acerca una muerte segura. Me dirijo a la cabaña a avisar a los míos de que se acerca el enemigo pero ellos ya están detrás de mi guardándome las espaldas. Ya empuñan en sus manos las lanzas preparados para luchar.

        Solo quedo yo. Con mirada esperanzadora, con mirada de que regresarán a sus casas, con sus mujeres e hijos, con una mirada de líder, con una mirada que llama a sus hermanos a la lucha, con una mirada de ignorancia, la ignorancia de no saber si vivirán para poder seguir contando historias....

" ¡Sea quizás esta batalla un punto y aparte en la historia de nuestro pueblo pero el libro aun no esta acabado y muchos capítulos quedan por escribir! ¡Mis hermanos, esta noche no tengo a nadie más que a vosotros y es por ello por lo que os llamo a la batalla junto a mi. Sabéis que soy un rey que lucha en el mismo campo que sus soldados y que jamás os abandonaré!"


El barco ha atrancado en la playa y el ejercito se dispone a salir. Mi abuelo condujo a los suyos a la victoria y lo mismo hizo mi padre. Hoy yo haré lo mismo y si tenemos que morir, moriremos todos juntos luchando. Porque merece la pena luchar por lo que más amas. Hoy puede ser el Apocalipsis pero mañana simplemente será una historia que quizás nadie cuente. Y mi historia, nuestra historia, es solamente una más de entre miles historias. 

Esta noche, lucharé por que esa historia sea la que cambie el destino de nuestro pueblo.


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